Sin duda uno de los más interesantes escritores rusos. Muy influido por las corrientes culturales de Occidente, inicia su carrera literaria como poeta simbolista - a él se debe el célebre manifiesto del simbolismo ruso.
Su porfundo conocimiento de la antigüedad clásica y del mundo renacentista le hizo decantarse hacia a narrativa histórica, terreno en el cual su estilo rico y preciso alcanzó las más altas cotas de eficacia narrativa.
Con el paso de los años, sus inquietudes se ampliaron a la lucha del paganismo contra el cristianismo, así como al enfrentamiento entre materialismo e idealismo a lo largo de la historia.
Tras la revolución soviética de 1917 emigró a Francia donde permaneció hasta su muerte.